El sistema endocannabinoide (ECS en inglés) es un sistema de comunicación intercelular. Un sistema de neurotransmisión complejo, ya que se encuentra en diferentes órganos y tejidos del cuerpo.
Compuesto de sitios receptores, endocannabinoides y enzimas metabólicas; el sistema endocannabinoide (SEC) asegura que nuestros procesos mantengan la homeostasis. Funciones como humor, memoria, control de temperatura, regulación del dolor, respuesta inmune y apetito están reguladas por el SEC.
El sistema endocannabinoide es estudiado en todo el mundo. Desde su descubrimiento hace más de 40 años, se han estudiado las principales funciones del sistema endocannabinoide. El SEC es una versión actual de un sistema ancestral de comunicación intercelular encontrado también en las plantas (el sistema de ácido araquidónico).
El ácido araquidónico es un ácido graso omega 6 y participa en el proceso de señalización en plantas y animales. En las plantas modula las defensas frente a las infecciones y en la señalización de estrés. En los animales regula el crecimiento del músculo, la agregación plaquetaria, la vasodilatación y la inflamación.
“El cannabis no es el responsable de que tengamos este sistema” comenta la Dra. Ruth A. Ross. El sistema endocannabinoide ha demostrado tener un papel homeostático al controlar varias funciones metabólicas, como almacenamiento de energía y transporte de electrones. Según un estudio del departamento de Medicina Interna y Gastroenterología del Hospital S. Orsola‐Malpighi en Bologna, Italy. Para leer el estudio haga clic aquí.
¿Cuál es la función del Sistema Endocannabinoide?
La función del sistema endocannabinoide es la regulación del homeóstasis del cuerpo. El SEC juega un papel importante en diversas funciones neurales, tales como el aprendizaje y la memoria, las emociones, comportamientos adictivos, el dolor, la alimentación y la neuro protección. Además está involucrado en la modulación de distintos procesos a nivel cardiovascular e inmunológico, entre otros.
La distribución de los receptores CB1 en el cerebro se correlaciona con las acciones farmacológicas de los cannabinoides. Su densidad en los ganglios basales se asocia con los efectos enunciados en la actividad locomotora. El sistema endocannabinoide interactúa con múltiples neurotransmisores, tales como la acetilcolina, la dopamina, el GABA, la histamina, la serotonina, el glutamato, la norepinefrina, las prostaglandinas y los péptidos opioides. La interacción con estos neurotransmisores es la responsable de la mayoría de los efectos farmacológicos de los cannabinoides.
La Dra. Ruth A. Ross, Bioquímica Molecular menciona como ejemplo para poder entender mejor este sistema, la reacción que tenemos al peligro. Cuando sentimos a nuestro alrededor algún cambio brusco, sentimos la necesidad de luchar o escapar por sentir esta emoción que también es manifestada con una reacción fisiológica. Es entonces cuando se activa de manera natural la adrenalina y ésta es recibida en su respectivo receptor.
Investigaciones sobre el Sistema Endocannabinoide
Estudios realizados demuestran que el SEC cuenta con dos receptores cannabinoides – CB1 y CB2 – ubicados en las células de todo el cuerpo.
Hasta el momento se han identificado 2 receptores para cannabinoides. CB1 descubierto en 1990, y CB2 descubierto en 1993.
El receptor CB1 se localiza fundamentalmente en el sistema nerviosos central. la mayor densidad de éste se encuentra en los ganglios basales, cerebelo y ciertas áreas del hipocampo, de manera periférica se han encontrado receptores CB1 en bazo, amígdalas, corazón, próstata, útero y a nivel presináptico en terminales nerviosas simpáticas.
El receptor CB2 localizado fundamentalmente a nivel del sistema inmune, la mayor densidad se encuentra en bazo, amígdalas, linfocitos B, aunque también en monocitos y linfocitos T), estos receptores parecen ser los responsables de las propiedades inmunosupresoras del cannabis.
Los endocannabinoides producidos en gran medida y de manera natural, interactúan con estos receptores para provocar una respuesta química y así ayudar a que los sistemas permanezcan en equilibrio. Con la deficiencia de endocannabinoides, las enzimas metabólicas los descomponen.
Los endocannabinoides desempeñan funciones vitales en el SEC y el cuerpo humano en general. Su capacidad para atravesar la hendidura sináptica les permite controlar la liberación de neurotransmisores y mantener la homeostasis. Estas moléculas están estrechamente implicadas en muchos procesos fisiológicos importantes, incluyendo el apetito, el estado de ánimo y el sueño.
Las investigaciones continúan para esclarecer las amplias funciones de los endocannabinoides en la fisiología humana.
Regulación del sueño
Los investigadores creen que el CB1 es el receptor que está implicado predominante en la regulación del sueño.
Un aumento en la señalización endocannabinoide y la activación de los receptores CB1 dentro del sistema nervioso central promueve los efectos inductores del sueño. La activación de los receptores CB1 desencadena la liberación de la adenosina, encargada de inducir al sueño. Cuando el receptor CB1 se bloquea, estimula la liberación de sustancias químicas que mantienen la vigilia.
Cuando el sistema endocannabinoide está funcionando correctamente, aumenta o disminuye la señalización de los receptores CB1 produciendo el tipo apropiado de endocannabinoides. Esto, a su vez, regula adecuadamente nuestro ritmo circadiano o reloj interno, y ayuda a controlar nuestros ciclos sueño-vigilia.
Los trastornos del sueño son interrupciones en los patrones normales de sueño. El insomnio, (el tipo más común de trastorno del sueño) es cuando una persona tiene dificultad dormir o permanecer dormido. No sólo es la privación de sueño incómoda, sino que puede afectar la salud y la seguridad. No dormir lo suficiente disminuye el rendimiento físico, el estado de alerta, deteriora la memoria y las habilidades cognitivas.
Debido a que el SEC desempeña un papel importante en la regulación del sueño, algunos investigadores creen que la modulación del SEC podría ser beneficioso para abordar los trastornos del sueño. Mientras que aún hay más investigación por hacer, los cannabinoides, que interactúan con los receptores CB1 y CB2, pueden ayudar a asegurar que el SEC funciona correctamente y es capaz de regular eficazmente todos los procesos, incluido el sueño.
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